Para muchos de nosotros, el universo emocional es un misterio.
No hace demasiado tiempo, las emociones estaban mal vistas. Debíamos evitarlas, ocultarlas, reprimirlas, y sobre todo, no expresarlas. Sin embargo, en un mundo en el que predomina la razón, la emoción se encuentra en el origen de muchas enfermedades y trastornos, de la gran mayoría de nuestras dificultades de relación y conflictos interpersonales, en la creciente pérdida de control sobre nuestras vidas y decisiones.
El desconocimiento y escasa comprensión de nuestra actividad emocional explica nuestro grado de ANALFABETISMO O TORPEZA EMOCIONAL, y la CRISIS EMOCIONAL COLECTIVA que padecemos.
Pero aunque desprovistos de conocimientos emocionales (como si hubiéramos perdido el manual de instrucciones de nuestro propio funcionamiento), y, en ocasiones, seamos como un barco a la deriva, a merced de las olas y el viento, a riesgo de naufragar, no podemos olvidar que SOMOS SERES EMOCIONALES, que podemos aprender a utilizar nuestros estados afectivos en nuestro propio beneficio y aprovechar toda nuestra fuerza emocional para enderezar el rumbo, enfrentarnos a los vaivenes y tempestades de la vida, y llegar a puerto.
La Inteligencia Emocional ha venido a confirmar la necesidad de armonizar corazón y mente, razón y emoción, ya que una vida carente de sentimientos estará vacía, incompleta, y la razón, por sí sola, acaba creando monstruos.
Tenemos ante sí un reto: propiciar la reconciliación entre corazón, mente y cuerpo, el desafío de Aristóteles de manejar inteligentemente nuestra vida emocional e instintiva para que bien encauzada nos proporcione sabiduría.
Si deseamos llevar la armonía, la paz y el equilibrio a nuestra vida, tendremos que profundizar en el conocimiento de nuestras emociones y aprender a comprenderlas, aceptarlas, y manejarlas.
"La felicidad es como una mariposa que, si la persigues, siempre está justo más allá de tu alcance; sin embargo, si te sentaras en silencio, podría posarse sobre tí"
Nathaniel Hawthorne
La búsqueda de la felicidad es algo que ha unido a todos los seres humanos de todos los tiempos.
Quizá la hemos estado buscando fuera y nos la hemos planteado como una cima que culminar, un objetivo a lograr, una meta a la que llegar, cuando, en realidad, es una forma de viajar por la vida, la actitud con la que se camina, una disposición de la mente que podemos entrenar.
En este sentido, la Inteligencia Emocional puede ser ese marco de referencia desde el que diseñar una nueva manera de estar en la vida y ser feliz, a través del autoconocimiento, la autoregulación emocional y la automotivación.
Nunca la humanidad ha estado tan bien conectada..., pero conexión no es sinónimo de comunicación y entendimiento.
Sólo la educación y el consiguiente cambio de consciencia nos permitirá tejer un nuevo marco de relaciones; lo que significa:
El término estrés es uno de esos conceptos que han adquirido carta de "ciudadanía universal". En sí mismo, no es malo; es un mecanismo adaptativo, que, en ocasiones, puede ser estimulante y empujarnos a afrontar y resolver satisfactoriamente los continuos desafíos que se nos presentan.
Cuando la respuesta es desproporcionada, genera malestar y resulta perjudicial para la salud, conviene: